10 de diciembre de 2011

Postal desde Sigüenza - Los fantamas de la rondalla


No los esperábamos pero aparecieron. Entre las calles que el final del otoño envuelve de penumbras y misterio de Sigüenza. Eran un grupo nutrido de adultos y niños. No tan numeroso como animado y no tan virtuoso como entusiasmado. La sorpresa final de un maravilloso día de visita a una ciudad encantada, cada vez -lo que no deja de ser una desgracia- más sumida en su pasado de obispos-señores; señoritos de la nobleza baja que murieron en la Acequia Gorda de Granada sin apenas combatir, ahogados por el peso de su armadura; y milicianos que resistieron a las tropas golpistas inútilmente en la catedral para ser luego tiroteados antes y después de rendirse, mientras intentaban escapar por los huertos de la ciudad o cuando ya tenían los brazos levantados en el interior del tiempo y habían ondeado la bandera blanca.
Pero me he perdido. Me he puesto a hablar de fantasmas y se me olvidaron los fantasmas primeros, los que me llevaron a escribir fantasmas. Fantasmas de carne y hueso los que formaban la ronda que con sus villancicos y coplas animó los momentos finales de nuestra estancia en Sigüenza un día de fiesta apacible en el que nos dejamos arropar por el cariño de amigos nuevos y antiguos.
Tristemente, como decía Labordeta, "al paso que vamos, todo pa yermos". ¿Quién sabe si dentro de pocos años no quedará gente en Sigüenza para hacer rondas navideñas? Ya hay muchos pueblos de los que la gente que las hacía se fue hace mucho tiempo y pocos signos hay de que la marea que convierte en desiertos demográficos buena parte de la dura tierra de Castilla recule. Espero, como en tantas otras ocasiones, estarme dejando llevar por el pesimismo y que el futuro sea más brillante de lo que ahora luce. Les dejo con los fantasmas de la ronda y con el fantasma bueno de Labordeta.

5 comentarios:

María dijo...

Precioso. Qué pena que nos lo perdimos, os estábamos esperando en el castillo!!

Anónimo dijo...

niño, hay que volver a los pueblos!!!

Gerardo dijo...

Cortescarrascal:
Soy el de la foto. ¿Me podrías pasar una copia?
Y, por cierto, ¿nos conocemos?

cortescarrasbal dijo...

Hola, Gerardo.
No nos conocemos, aunque cuando hicistéis un alto en la plazuela de la cárcel te di las gracias porque me había hecho mucha ilusión encontrarme con vosotros por las calles de Sigüenza. Hice varias fotos de la rondalla. Si me das una dirección de correo electrónico os mando algunas.
Saludos.
Juan Ignacio

Gerardo dijo...

Puedes enviar esas fotos a gerargonza@hotmail.com
¡Gracias!